domingo, 31 de mayo de 2015

Por los pueblos, villas y ciudades que paso Carlos V en su último viaje. Tramo Salmoral-Medina del Campo




En el pasado puente de mayo hemos realizado el último tramo que nos quedaba de la ruta “Por los pueblos, villas y ciudades que paso Carlos V en su último viaje”, el tramo parte de Salmoral y termina en Medina del Campo, localidad donde empezamos el año pasado el tramo Medina del Campo-Laredo.
Salimos de Cantabria el día 1 de mayo de 2015, durante todo el trayecto hasta Salmoral no paró de llover, pero una vez llegados a destino milagrosamente escampó, tuvimos toda la suerte del mundo ya que durante las tres jornadas que nos quedaban por recorrer no volvió a caer una gota de agua.
Recogimos los remolques que estaban guardados en la nave particular de Carlos, alcalde de Salmoral, al cual le agradecemos todas las atenciones recibidas.
Partimos de Salmoral en dirección a Santiago de la Puebla, municipio de la comarca de  la Tierra de Peñaranda, en la provincia de Salamanca.

Después pasaríamos por Macotera  y Bóveda del río Almar, donde paramos a comer. En Bóveda del Río Almar fuimos entrevistados y sacaron fotos los periódicos.






Por la tarde pasamos por Peñaranda de Bracamonte, lugar al cual llegó y descansó Carlos V el día 7 de noviembre de 1556. En esta bella localidad se celebra cada jueves “El Mercadillo”, mercado semanal que fue concedido por Juan I a la localidad en el año 1375. Nosotros seguimos camino hasta llegar a Cantaracillo, final de la etapa.

En el segundo día de ruta partimos de Cantaracillo, pasamos por Paradinas de San Juan, Ragama y paramos a comer en Horcajo de las Torres, localidad de la provincia de Ávila. Carlos V llegó a Horcajo de las Torres el día 6 de noviembre de 1556, dicen que pasó la noche en el Palacio de dicha localidad. Debajo del palacio, en el subsuelo hay una bodega que nos enseñó José María, el cual también nos enseñó la iglesia.
Después de la visita seguimos camino por la Cañada Real de Mostrencas hasta el cruce con la C-605, aquí se acabaría la segunda etapa. Como teníamos tiempo, nos fuimos de visita al pueblo de Madrigal de las Altas Torres, donde fuimos a ver la casa natal de la abuela de Carlos V, Isabel La Católica. Después volvimos a Cantaracillo, donde dormiremos las dos noches en un salón que nos cedió muy gentilmente el ayuntamiento.

El día 3 de mayo, después de recoger las literas, colchones, etc. volvimos al punto donde lo habíamos dejado el día anterior, es decir, a la Cañada Real de Mostrencas, la cual continuaremos hasta Bobadilla del Campo, localidad de la provincia de Valladolid.

Por carretera pasamos por Velascálvaro, Las Salinas y llegamos a Medina del Campo, final de la etapa y de nuestra aventura. A Medina del Campo llegó Carlos V el día 5 de noviembre de 1556. Al parecer se alojó en la casa del cambiante y banquero Rodrigo de Dueñas, quien hizo ostentación de un fausto que desagradó al monarca, incluso le pusieron un brasero de oro macizo, que utilizaron para quemar en él palos de canela de Ceilán. No le gustó mucho al regio huésped, ya que no dejó que el cambiante le besara la mano, y además hizo que se le pagara el hospedaje.

Son muchos los kilómetros recorridos, desde las maravillosas tierras extremeñas, pasando por los infinitos campos de Castilla, hasta  los verdes pastos de Cantabria, como también son muchas las anécdotas y vivencias que hemos tenido, porque al fin y al cabo el senderismo es la mejor forma de recorrer el país, paso a paso, sin prisas, con todos los sentidos, interactuando con los habitantes de sus pueblos y con los paisajes de este bello país.

Terminada la aventura solo nos quedan palabras de gratitud, por todos las ciudades, pueblos y villas que hemos cruzado,hemos sentido el carácter sencillo, afable y muy cordial de sus habitantes, nuestra gratitud para todos ellos y también queremos dar las gracias a la Residencia Universitaria de Jarandilla de la Vera, a los Ayuntamientos de Jerte, La Horcajada, Martínez, Diego Álvaro, Salmoral, Bóveda del Río Almar, Cantaracillo, Horcajo de las Torres y muy especialmente a los alcaldes que tan amablemente nos han ayudado: Pedro Manuel de Diego Álvaro, Carlos de Salmoral y Juan Carlos de Cantaracillo.