domingo, 21 de septiembre de 2014

Por los pueblos, villas y ciudades que paso Carlos V en su último viaje. Etapa 11ª.

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Sábado, 20 de septiembre. Comenzamos la que será la última etapa de la ruta “Por los pueblos, villas y ciudades que paso Carlos V en su último viaje”, que a lo largo de 11 etapas nos va a llevar desde Medina del Campo hasta Laredo.

Empezamos desde Lanestosa, villa de la provincia de Vizcaya, en la cual Carlos V pernoctó el día 7 de octubre de 1556. La temperatura es de 14º y se presenta un día magnífico. Nos dirigimos a Ramales, pasando cerca de las cuevas de Covalanas, importante legado prehistórico, arte de más de 20.000 años a.C., situado en el Monte Pando.

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Llegamos a la villa de Ramales de la Victoria, localidad rodeada de montañas calizas, situada en el camino real que unía Laredo con Burgos. En Ramales se celebró la batalla de Guardamino, en el cual el general liberal Espartero derrotó al ejército carlista del general Maroto en 1839, ganada la contienda que llevó a la finalización de la Primera Guerra Carlista. Para conmemorar la victoria sobre el ejercito carlista,el pueblo pasó a llamarse villa de Ramales de la Victoria.

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En nuestro camino hacia Laredo, pasamos por Helguera y Rasines, pueblo nº 5 por el que paso Carlos V. En Rasines se encuentra una de las dos plazas de toros “cuadradas” que aún se conservan en España.

A unos cuatro kilómetros se encuentra Ampuero, localidad en la cual descansó el día 6 de octubre de 1556. Ampuero es considerada villa real en 1351. Experimentó un fuerte impulso económico a finales del siglo XV, cuando los Reyes Católicos reparan el antiguo camino de Castilla, que unía la ciudad de Burgos con Laredo a través del puerto de Los Tornos. En 1605 se produjo en Marrón la aparición de Nuestra Señora de la Bien Aparecida, patrona de la buena muerte, proclamada en 1955 patrona de la Montaña.

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Ya estamos cerca de Laredo, pasaremos por Limpias, localidad que nació alrededor del monasterio de San Pedro. Sin embargo Limpias, contaba con el puerto del Ribero, puerto muy importante en la época, aprovechando la desembocadura del Asón, sirvió para la explotación de madera y hierro a Flandes y posteriormente de trigo a las Américas.

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A un paso de Laredo se encuentra Colindres, villa marinera formada alrededor del monasterio de San Jorge y San Juan. Esta villa tuvo un trato especial, desde que Enrique III “el doliente”, tuvo que mantener una guerra con Portugal que le endeudó tanto que se vio obligado a ceder Colindres, Limpias y Balmaseda a su Camarero Mayor por 15.000 florines. Los habitantes de estos lugares pagaron la mitad de la deuda para no integrarse a su señorío, por lo que el rey les premió concediéndoles Carta Foral en Segovia el 16 de junio de 1399, pasando a tener derecho de exención de impuestos como los territorios vizcaínos, aunque Colindres nunca formó parte de las juntas de Balmaseda o de Guernica ni pagó tributo alguno. En esta villa se encontraban los astilleros de Falgote, uno de los primeros de España, en estos astilleros se construyeron La Pinta y La Santa María, y  varios galeones de la Armada Invencible.

Llegamos a Laredo, villa en la que el emperador Carlos V inició su último viaje, un viaje que le llevó a retirarse al monasterio de Yuste.

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El emperador Carlos V, permaneció en Laredo desde el 28 de septiembre hasta el 6 de octubre. Es tiempo dedicado a corregir desajustes y a esperar una mejoría del tiempo que no se produce. El día 5 de octubre llega el dinero y deciden partir pasado el mediodía del día siguiente.

Con tiempo malo y lluvioso, van a su lado el alcalde y demás fuerzas vivas de la villa. Se intuye que el estado de ánimo del emperador es bajo debido a su estado precario de salud, prácticamente impedido para andar, con un clima tan lluvioso y echando de menos los placeres de la mesa a los que él estaba acostumbrado.

Al soberano le transportaban en una litera de mano tirada por mulos, y si el terreno es peligroso o escarpado, es transportado en una silla de mano por los lugareños de las localidades que va atravesando.

Nosotros damos por terminada la ruta comiendo en el Camping Carlos V, donde hemos recibido un trato extraordinario. Queremos agradecer a todas las personas que nos han acogido a lo largo de la ruta, a todos estos sitios en los que hemos comido o descansado, gracias a todos por el trato recibido. Seguramente volveremos a muchos de estos lugares.

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Para ver las fotos de la última etapa, pinchar en el siguiente enlace: